El estudio mostró que, para las ratas con presión ocular levemente elevada, los tejidos que conectan el ojo y el cerebro, incluido el nervio óptico, se deterioraron hasta cinco semanas después de que ocurrió la lesión. Mientras tanto, la degradación de la estructura nerviosa en los roedores tratados con citicolina se desaceleró hasta en un 74%
Autor: Im Médico